lunes, 11 de agosto de 2008

MUJERES POR LA IGUALDAD...CONTRA LA INJUSTICIA E INEQUIDAD

Tradicionalmente, las culturas han otorgado un valor diferente al hombre y a la mujer, que son extremadamente variadas y además contradictorias unas con otras. En este sentido, la mayoría de las personas desarrolla una identidad en base a la percepción de sus cuerpos físicos, es decir, ser mujer u hombre. Sin embargo, los atributos corporales no establecen lo que somos, lo que hacemos, cómo hacemos y que pensamos, puesto que son las diferencias genéricas, características psicológicas, sociales y culturales construidas en sociedad las que nos determinan y han sido asignadas a todas y todos. De acuerdo con Simone de Beauvoir, genero es “lo que la humanidad ha hecho con la hembra humana”es decir, todas las normas comportamientos, obligaciones, pensamientos, capacidades y hasta carácter que se han exigido que tuvieran las mujeres por ser biológicamente mujeres. Y si analizamos nuestras vidas, nos damos cuenta que tenemos ciertas OBLIGACIONES construidas socialmente como incisos de artículos bien arraigados en la sociedad , es efecto, para la humanidad ,toda mujer debe ser obediente, sincera, fiel, abnegada, cariñosa y humilde porque de lo contrario es otra cosa menos mujer. Además, tenemos una única virtud “ser honrada” En palabras de pardo Bazan “poseer o simular poseer una única virtud,” la castidad” puesto que si no somos “vírgenes” no valemos nada, somos sucias, malditas, locas y todo aquello asociado a lo inferior. En este contexto, enfrentamos normas que obligan a vivir como una no quiere, en desigualdad, subordinación y sometidas a una sociedad machista.

BRUTAL INEQUIDAD¡¡¡

En todos los continentes, países y comunidades día a día las mujeres sufrimos violencia de género ya que en muchas oportunidades hemos sido discriminadas, ignoradas y humilladas por el hecho de ser mujeres, consideradas carentes de los derechos de libertad, respeto, libre expresión y decisión. Es asombrante ahora, cuando el mundo ha alcanzado un avance tecnológico científico y racional que se nos siga viendo como objetos de placer, de exhibición y reproducción, como bien dice Luisa Muraro “las mujeres como árboles frutales que solo se los siembra para que cosechen “.Basta recurrir a la historia para darnos cuenta que las situaciones de desigualdad aun continúan. Ver Como las mujeres debían masculinizar su aspecto físico, es decir vestirse de hombres para estudiar, escondiendo que eran mujeres puesto que las universidades, institutos y centros que impartían educación y todas las puertas permanecieron cerradas por siglos. Hemos vivido y aun vivimos en desventajas en relación a los hombres porque a la sociedad masculina no le importaba ni ahora le interesa del todo el reconocimiento de las mujeres, porque además se nos considera inferiores y se nos llama sexo débil debido a la debilidad física. Sin embargo es absurdo e ilógico que se denomina sexo débil si “la fuerza se mide por el desarrollo intelectual y no por la fuerza de los puños. En este contexto, nos damos cuenta que los géneros están jerarquizados porque el masculino es el dominante y el femenino el subordinado. Por ende los hombres son considerados, inteligentes, fuertes y machos puesto que históricamente a los jóvenes se les ha pedido la prueba de virilidad, de lo contrario reciben todo tipo de insultos que indican en ellos “feminidad” es decir, nena, gallina, nenaza, maricon, etc. Quienes sufren mayores atentos a los derechos humanos, somos las mujeres, según nuestra constitución política del estado, toda persona tiene derecho a la educación. Sin embargo, la situación es diferente en la sociedad porque si una mujer estudiante, joven u adolescente se embaraza se la obliga a abandonar sus estudios, su trabajo, sus aspiraciones, perder sus amistades y separarse de su familia para dedicarse por completo y entero a los hijos, cosa que no sucede con los varones ya que ellos continúan con su vida normal. En efecto Para la sociedad, ser madre soltera es “lo peor que podía y puede aun ocurrir”

EMPODERAMIENTO DE LAS MUJERES

“Que las mujeres voten, participen políticamente y sean actoras del desarrollo es un beneficio y privilegio no para las mujeres sino para el país entero”
Históricamente ningún hombre y ningún partido político se ha preocupado lo mas mínimo por la dignidad de la mujer, en este sentido todas las protestas contra la explotación femenina y discriminación son iniciativa que nacen de las propias mujeres y no de todos y todas. Fue a raíz de la lucha femenina
Que se impulsaron procesos de mejoramiento de las condiciones de vida de cada una de las familias, que se protestó y aun se protesta contra las violaciones a los derechos humanos, denunciando la violencia contra las mujeres luchando por la democracia, buscando el reconocimiento de los derechos de las mujeres y de la ciudadanía como algo ligado al género.
Surge la lucha y demanda por la equidad, y para que ésta exista debe haber igualdad de oportunidades y condiciones para participar y decidir sobre nuestro país tanto las mujeres como los hombres, puesto que tenemos el mismo valor, los mismos derechos, obligaciones e importancia.
Según Gary Wills en su capitulo mirada feminista “si son las mujeres las protagonistas, el mundo, nuestro mundo, el que creemos conocer, es otro”
Si hubiésemos podido escuchar a las mujeres, si pudiésemos escucharlas hoy, hombres y mujeres seriamos mas sabios y las mujeres, además, tendríamos mas autoestima y sospecharíamos ante los relatos en los que no hay rastro de nosotras.
Por ende tenemos el reto de transformar las relaciones desde la perspectiva de género para contribuir a la construcción de una cultura que conceda igual valor a la mujer y al hombre con el fin de rechazar y eliminar la discriminación, violencia y exclusión a todas las mujeres , democratizando los roles en las familias con el objetivo de superar las inequidades humanas.
Esperamos que con participación del Estado, la ciudadanía y demás organizaciones, todas las desventajas tanto educativas, políticas, laborales y sociales terminen de una vez por todas.

Autora: Maria Angélica Becerra Brito
Integrante de la Red Mujeres Unidas en la Diversidad Rompiendo Barreras

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